Luego de un llamado al 911 sobre un incendio en la ciudad de La Plata, policías y bomberos acudieron de inmediato y, tras sofocar las llamas, descubrieron un cadáver: se trataba del dueño de la vivienda, un jubilado de 60 años, que fue asesinado a puñaladas, identificado como Jorge Aníbal Peralta, un ex agente del Servicio Penitenciario Bonaerense.
La investigación se caratuló como “incendio y homicidio agravado”, caso que quedó bajo la supervisión del fiscal Gonzalo Petit Bosnic, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N°3 de la capital bonaerense. La autopsia reveló que Peralta murió como consecuencia de un shock hipovolémico producto de las seis puñaladas que recibió en la cabeza, abdomen y una de sus manos. El último puntazo, según los peritos, pudo haber sido producto de un intento de defensa por parte de la víctima.
Asimismo, no existe una hipótesis certera de lo que sucedió. Con los elementos recabados por los investigadores, se descartó el móvil de un robo. De acuerdo a las fuentes, ni las puertas ni las ventanas habían sido forzadas, ni se registraron faltantes en la propiedad. De hecho, se encontraron dos cajas fuertes portátiles que contenían dinero y también el celular de la víctima.
Una fuente policial precisó a la agencia de noticias Télam: “Se cree que él o los asesinos prendieron fuego la casa para borrar huellas”. En este contexto, los detectives realizaban un relevamiento de posibles cámaras de seguridad privadas que pudieran haber captado el movimiento de quien pudo haber ingresado a la vivienda o la posible fuga. El fiscal Petit Bosnic, por otra parte, espera los resultados de las pericias al celular de la víctima en busca de pistas. Peralta vivía solo. Era padre de tres hijos.
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